
Los grupos tributo están en auge y todos los meses llenan salas en nuestro país, mientras a muchas formaciones con material original les cuesta hacerse un nombre y meter un mínimo de gente en su concierto
«El éxito de los grupos tributo se sustenta en tres pilares: hay un nicho de público ya creado, los músicos han visto una interesante salida laboral, se han profesionalizado y suenan como un avión, y las entradas son baratas». Kike Fernández se encuentra detrás de Producciones Salvajes, empresa que trabaja con muchas de las bandas tributo más importantes de nuestro país. Su aventura comenzó hace doce años, cuando decidió montar un concierto con varios amigos bajo el nombre de Gansos Rosas. Iba a ser un simple bolo de fanáticos de Guns N’ Roses, pero acabaron convirtiéndose en una formación de referencia en España. «Empezamos a girar y vimos que había una demanda de ese tipo de ocio». «Apenas existían los tributos, estaban La Leñera —Leño— y The Bon Scott Band —AC/DC—».
Kike ya no toca con los Gansos Rosas, pero forma parte de grupos como Ramoñas y Satánicas Majestades, apodo con el que se conoce a los Rolling Stones. Además, ha montado festivales como el ‘Masters of Rock XL’ —que llena salas en nuestro país— y se encarga del ‘booking’ y la promoción del evento ‘Hay Poco Rock and Roll’, que pasará por Santander el próximo sábado 25 de mayo, con formaciones que rinden homenaje a Extremoduro, Platero y tú y Marea.